martes, 13 de noviembre de 2007
cambios
Supongo que lo que lo único que hacen estos impulsos es buscar un cambio. Lo hacen con la misma angustia con que un náufrago busca un tablón que lo salve, o como un preso busca la luz en el patio de una cárcel.
Cada foto, cada línea que escribo no es más que un billete de lotería o que un tiquet de autobús. Lo que pasa es que aún no me ha tocado el número bueno, o que el atobús parece llegar con cierto retraso. Nada, por otra parte, digno de la menor preocupación. Son solo cosas que pasan.
viernes, 9 de noviembre de 2007
Naturaleza estática
Desde la última vez que escribí aquí, hace más de dos semanas, he encontrado un trabajo, lo he dejado, me han hecho otraoferta, la he aceptado, he hecho alguna que otra fotografía, m eha dado tiempo a escribir un relato entero, he empezado un proyecto de escritura de guiones para programas de televisión (que lo más seguro es que no llegue a dar ni un duro), he descubierto a Sandor Marai y redescubierto a Galeano, además de sufrir un encontronazo extraño con Paul Auster. He aprobado exámenes de oposiciones y me he acabado quedando fuera del corte final, he recibido la visita de mi hermana, he creído en el amor y en la felicidad y luego me he desbarrancado. He comenzado un blog sobre publicidad que no he llegado a actualizar. He temido por mi integridad física y psicológica, por mi creatividad y por mi futuro y al final he salido del brete y comienzo nuevas aventuras.
Por hoy no diré nada más. No me voy a hacer promesas de cambios de actitud. Es absurdo. Puedo decir que a partir de hoy escribiré todos los días pero no tendría credibilidad de ninguna clase porque ni siquiera yo creería en mis palabras.Así que me despido sin más. Os dejo con la foto, una naturaleza muerta de mi mesita de noche de hace un año, cuando era otra persona y vivía con gente de seis nacionalidades distintas en Lavapiés, uno de los pocos sitios en los que eso todavía puede suceder.
Un abrazo
Por hoy me despido.
miércoles, 24 de octubre de 2007
Sandrita y otras cosas
Entre tanta velocidad y tanto nerviosismo hay cosas que se me olvidan. Pero ya se sabe, una búsqueda de trabajo es algo complicado y que absorbe mucha energía. Sobre todo cuando a uno no lo llaman para llevar a cabo un empleo digno con el que se pueda vivir.
Se meolvida sentir y decir lo que siento.
Se me olvida.
La gente que gira a mi alrededor como si fueran satélites de pura vida.
Se me olvidan mis padres, sus problemas y el cuarto de baño nuevo que van a hacer en casa.
Se me olvida su sufrimiento.
Sandrita se me olvida, que ya tiene padres y por tanto pierde a mis padres como padres (de acogida).
Se me olvida que la gente alrededor tiene sentimientos también. Y que a veces me los cuenta y yo los oigo solo a medias porque estoy metido hasta las trancas en mi túnel de parado sin remedio.
Y al final se me queda un nudo en la garganta y un torrente de reproches atascado en el cerebro por no hacer caso a todo lo que pasa cerca de mí.
A todos les debo una disculpa.
domingo, 21 de octubre de 2007
autorretratos
Me retrato y casi no salgo en la imagen. Es como si mi ojo izquierdo, corriera a esconderse en diagonal, cejaabajo, trazando una línea imaginaria de miradas que se ocultan.
La imagen es de un tiempo mejor y pasado, aunque poco a poco este tiempo está empezando a ser presente y mejor que otros pasados. Es de un día, en Lavapiés, cuando era más joven y tenía un motivo firme y claro para levantarme cada mañana. Escribía, hacía fotos, salía de juerga, redactaba noticias de gastronomía... esas cosas.
Ahora no tanto, pero ahora el tiempo va mejorando poco a poco y las máquinas que tengo por dentro parece que empiezan a funcionar de forma más correcta. Ayer volví a redactar algo. No me apasiona pero es un comienzo. El jueves me di cuenta de la lentitud con que el sol decide acariciar las flores amarillas del parque del retiro. 'Es otoño. Todo va más lento', me dije. 'Tú también debes bajar unpoco el ritmo'. Y lo bajé.
Ahora el objetivo sigue siendo el mismo: trabajo. Y es verdad lo que dice Claudia de periodistas.com. Un desastre de repeticiones presentadas como novedades (gracias por el intento de apoyo, anyway). A ver si consigo engañar a alguien por otra parte y que crea que soy un buen profesional. Ya dejaré aquí alguna novedad si es que se da el caso.
miércoles, 17 de octubre de 2007
medias
La media de ofertas de trabajo a las que respondo viene a ser de unas ocho diaras. Unos días el número se dispara un poco más, como hoy, que he descubierto la maravillosa página de periodistas.com y he respondido a unas catorce ofertas, y otros días la cosa está un poco más floja.
Lo que sí es cierto es que la sensación con la que me voy a la cama siempre desde que dejé de tener trabajo es siempre la misma, la de una amargura fina, leve, que sabe un poco a tierra y a desesperación que no se acaba de hacer presente.
Hoy, como aún es temprano, no tengo esa sensación. A las once ya veremos.
Mientras tanto me especializo en cosas, como por ejemplo en la redacción de cartas de presentación, en los paseos fijándome en detalles tontos de la gente, de las calles, de los autobuses y las bicicletas que pasan por delante de mí como en una catarata de colores y de formas.
Es importante que no se pierda la sensibilidad, que sigan saltando al corazón las cosas más comunes, que siga temblando algo por dentro cuando un músico toque cualquier canción al acordeón en la terraza de un bar en la latina.
Eso es lo más importante.
La foto es de Teixo, en Asturias. Mucho verde y un pasamanos.
martes, 16 de octubre de 2007
enganchadas
De momento mal, o no del todo bien. La búsqueda de trabajo tiene este tipo de cosas. Unos días estas arriba, contestas a una oferta de infojobs que es perfecta para ti y te da el subidón. Luego pasa el tiempo y nada. No pasa nada de nada y te quedas con el cuerpo como metido en un congelador.
Así van pasando los días y uno empieza a pensar que la tele no está hecha para que uno trabaje en ella, y que del periodismo mejor no hablamos, que, para el caso, está peor, que los guiones nunca le van a sacar a uno de pobre y que la literatura nunca fue hecha para comer de ella.
Un desastre completo. Un fracaso eso de no haber elegido como carrera, como futuro, la administración de empresas, el derecho o la ingeniería.
Yo iba para geógrafo. Me encantaban los mapas de isobaras. 'Por debajo de 1013 de presión puede llover' le decía a mi padre, que me miraba como quien mira a una iguana dentro de un terrario en el zoo, pero era más atractivo jugar con las palabras, hacer que tuvieran formas, que evocaran olores, que marcaran las sombras de las cosas que contaba.
De momento la aventura está saliendo regular, pero aún no he perdido la esperanza.
martes, 2 de octubre de 2007
la tierra
Las piedras, las aguas estancadas, el fango en los zapatos. De túnez ya no hablo. No tiene sentido. Muchos meses, mucho tiempo atrás. Yo tenía una sonrisa como la de la foto. Todas las demás también. Yo tenía un pájaro volando detrás de los dedos y las manos y las pestañas.
Ahora llega el mundo, llega la tierra y me los quita. Me pega un mazazo de aquí te espero y me tumba y me levanto y noto que acuso el golpe y me vuelvo a caer y clavo una rodilla en la tierra,en las piedras, en el fango y se me llena el zapato de soledad.
Ahora un trabajo nuevo. Ahora una nueva lista de sitios que visitar. Ahora un golpe por la espalda. Una intranquilidad. La sensación de que te da la espalda el mundo. Ahora.
Por suerte quedan aún sonrisas que iluminan, y gheisas, y besos con sabor a bombón de chocolate de Ecuador. Pero eso es casi como hablar de Túnez, hoy por lo menos. Eso es otra cosa.
jueves, 20 de septiembre de 2007
Fuera del mundo
Si yo fuera un pájaro que se asusta de volar y por eso lo hace bajo, así habría visto el zoco, ese lugar de colores absolutos y aromas fecundos.
Mucho turista, mucho timo,mucho 'mira, ven, solo mira'. Mucho 'por ser para ti lo dejo en dos dinar'. Mucho comprar cosas que no sirven para nada, solo para ir lastrando poco a poco la maleta de recuerdos con cuerpo y nombre y precio y apellidos.
Zoco desde una azotea de la medina
martes, 18 de septiembre de 2007
Las cosas absurdas
Hay veces que uno reflexiona y llega a conclusiones. Una reflexión que he tenido recientemente es: no tiene demasiado sentido escribir sobre algo que ha sucedido hace demasiado tiempo. Un ejemplo es este: una persona que narra estúpidamente unas vacaciones que acabaron hace ahora un mes.
Uno podría precisamente desdibujarlo, engañarse utilizando el aniversario como excusa. Pero no pasaría de ser una excusa. Supongo que lo escribo por el mismo motivo que puedo pasar semanas enteras sin trazar una línea en un bloc y luego, de buenas a primeras, cuando menos me lo espero, me descubro nervioso buscando plumas o papeles o ordenadores con páginas virtuales en blanco. Puede que no me lleve a ninguna parte, pero es el camino que voy escogiendo, y eso ya es bastante.
Túnez tiene una catedral (en realidad tiene varias, dos por lo menos, pero esta, por decirlo de algún modo, funciona). Está junto a la avenida de Francia, pero todavía en la avenida de Habib Bourguiba. Se encaja entre edificios, discreta. Pero se deja notar con sus dos torres gemelas coronadas en cúpula.
Entramos. Diana quería entrar y a mí me pareció una buena idea. Dentro había casi solamente turistas. Algunos fieles se arrodillaban rezaban en la semioscuridad. Las velas, derritiéndose, ponían cara de huevo frito que se olvidaen una sarténmucho tiempo.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
De Túnez al cielo
Es una lástima que las fotografías no sean capaces de captar el olor y que tampoco puedan retener el ruido. Quizá antes algo de esto podrían llegar a reproducir mediante las emulsiones químicas. Desde la llegada de la fotografía digital todo aquello se perdió para siempre si es que alguna vez llegó a existir.
El caso es que si mi cámara (digital) hubiera sido capaz de captar algo que no fueran formas y colores, texturas, temperaturas... las fotos que hubiera traído de Túnez casi se podrían comer. Casi podrían hablar ellas solas. Las fotos regatearían segundos de ser vistas. Venderían momentos al mejor precio, sensaciones a un dinar y medio.
Tal vez hayamos salido ganando todos con que no sea así.
La foto está tomada en el balcón de la casa del Bey. El Bey, uno de ellos, era el tipo que está puesto dos entradas más abajo. Era el máximo dirigente de Túnez y vivía, como todo buen máximo dirigente, en una casita en el centro. Así llegaba antes a la mezquita a rezar y, si se le antojaban dátiles para merendar, los sirvientes podían encontrarlos en la misma puerta.
La aventura de encontrar la casa, con su azotea, con sus vistas a las mezquitas y la poterior sesión de fotos, es carne para otra historia.
Aunque parezca mentira no me gustan los post largos. Lo que sucede es que me pierdo en las frases y así no hay forma de ser concreto.
Corría un vientecillo fresco ahí arriba. Nuestro guía nos enseñó, en la parte de abajo de la casa, que ahora es un centro para el comercio de alfombras, una fotografía de la reina, Sofía, la griega, esa. Nos pareció muy curioso.
miércoles, 29 de agosto de 2007
Bienvenue en Tunisie
Hay un olor a tabaco y sudor en el aire. La gente aprovecha cualquier jardín para tumbarse y charlar. Para tomarle el pulso a la noche tranquila. Es agosto.
Es ya casi la una de la mañana y Diana tiene la idea de que le haga una foto al panel. A ella le hace más ilusión que a mí. Por su ilusión disparo. Por su ilusión tenemos ya la primera foto del album, la bienvenida a Túnez en letras rojo sangre, en perfecto francés.
jueves, 23 de agosto de 2007
Regreso
viernes, 27 de julio de 2007
Ilusiones
Hay semanas en que el tiempo pasa por delante sin que uno tenga ganas casi de atraparlo. Prefiere dejarlo pasar por delante, como la gente que mira los trenes pasar por las estaciones de cercanías de los pueblos.
Luego puede aparecer de pronto. Una foto, por ejemplo, o una frase acertada en un relato. Un abrazo, por ejemplo. Poca cosa hace falta.
Foto: Risa en Lozoya
martes, 24 de julio de 2007
La gente de mal corazón
Supongo que muchas de las cosas que vivimos no son interesantes en sí mismas al contarlas, pero son humanas y eso es lo que las hace interesantes. Por eso tengo el impulso de contar algo de cómo ando, de cómo respiro, de cómo me da por fijarme en la forma que tienen las farolas de la plaza de Tirso de Molina, de cómo me fijo en los niños que sostienen torpemente objetos de colores que no consiguen comprender.
Ayer me sucedió algo. Salíamos del supermercado. Íbamos cargados de bolsas y las bolsas estaban cargadas de comida. Era ya tarde. Serían las diez de la noche. Ya había anochecido. Entonces una muchacha nos intentó parar para que le diéramos dinero para comer.
- No -le dije. Fue casi automático, el 'no' de entrada, el mismo 'no' que ella misma estaría acostumbrada a recibir. Seguí andando. Estaba cansado. Tenía ganas de volver a casa.
Diana reaccionó.
- ¿Quieres comida?
- Sí. Lo que sea, por favor.
Le dimos horchata, pan y fruta. Yo quería darle de todo: los yogures, la leche, la pasta, los dulces. La muchacha casi se echó a llorar de agradecimiento.
A mí me entraron ganas de llorar también.
No podía sentirme mucho peor de lo que me sentía mientras subía la cuesta camino de casa.
Foto: Jeroglífico en Navaleno
viernes, 20 de julio de 2007
huellas
Roberto Arnaz Fernández es el único usuario autorizado del photoshop de mi oficina. Seguramente será el mismo que le hizo una marca muy pequeña, con un lápiz, al monitor. A mi casa llegan cartas a nombre de cuatro personas diferentes. Alba, Rodrigo, Heidi, Ana María. Sus nombres entran en mi vida por la puerta de atrás. Es gente que ha estado a mi lado y que ha tomado un camino que los ha llevado lejos de mí, fuera del círculo gigante que pueden trazar mis brazos al abrirse y girar.
Ahora escribo esto y pienso en mis sábanas y en mi cámara de fotos, en mi ropa de segunda mano, en el teléfono móvil que me prestaron y que dejó de funcionar al cabo de tres meses. Mi coche, la bicicleta que utilicé durante un año en dublín.
Foto: Pequeña catarata en uno de los parques de Valdemoro.
martes, 17 de julio de 2007
Avances
Cada día me levanto con las noticias. En el trabajo leo el periódico una, dos, tres veces. Luego el periódico deportivo. Charlo sobre temas de actualidad. Reviso el libro "El estado del mundo. 2007" de la editorial Akal. Trazo mapas de posibles preguntas. Hago fichas. Releo listas de ministros y secretarios de estado. Balbuceo mentalmente nombres de ciudades japonesas y nórdicas. Intento recordar el número de países con los que hace frontera alemania, la extensión de Suecia y de Ucrania, la cantidad aproximada de habitantes que tendría el Kurdistán en caso de ser reconocido por la comunidad internacional, los nombres de los países que son parte integrante del consejo permanente de seguridad de las naciones unidas y el lugar en que se encuentra su sede.
Todo para un examen.
Lo reconozco. No he trabajado mucho para preparármelo. No mucho tiempo. Pero en el tiempo que he estado preparándomelo he dejado casi todo lo demás de lado. He dejado a Ana y sus cervecitas en Lavapiés, la lectura de "El Danubio de Magris", la fotografía, salir con mi gheisa y escribir a diario.
Hoy salen las notas, o eso me han dicho. Supongo que no habrá suerte, porque entre 6000 personas es complicado destacar. Pero me quedo con la sensación de haber hecho un intento, un intento bueno, y ahora me abro al mundo y al verano.
Foto: Ventanas de un edificio de apartamentos. Soria. 2007
miércoles, 11 de julio de 2007
retratos
En la película en pleno verano hay un personaje oscuro. Se trata de un fotógrafo que dice no encontrar la paz en los rostros de la gente. Ese es el motivo por el que se dedica a la fotografía de plantas en el museo botánico de la capital.
Yo, la verdad, no sé si estar de acuerdo con él o no. Lo único que tengo claro es que los retratos me aportan mucho más que las flores. Cuando hago una foto de flores es por cobardía. Prefiero mirar a los ojos a la vida y disparar para dejarla bien adentro en el recuerdo como si fuera un tatuaje que permaneciera para siempre en la retina.
Así quedaron, para la posteridad, Maite, Eva y Mariángeles. Tal como son ahora, exactamente igual a como no volverán a ser jamás por mucho que se empeñen, se quejen y pataleen.
Imágenes tomadas cerca del puente de triana, en una terraza junto al río.
lunes, 9 de julio de 2007
En irache
El monasterio, en frente, nos miraba a los dos serenamente. Los periodistas con los que iba en el viaje chismorreaban sobre fútbol a unos metros. Hice la foto y volví con ellos. A todos nos parecía bien que se haya ido Capello del Madrid. Al menos eso es lo que recuerdo ahora, unos días más tarde.
miércoles, 4 de julio de 2007
la cárcel
viernes, 29 de junio de 2007
la Torre
Si uno de esos pájaros dejara de correr de pronto y se desplomara de lado, muerto, sería el fin del mundo (más o menos).
Lo peor es que desde aquel campanario no se podía ver más allá de la ciudad. Si no, es posible que no hubiera sido capaz de soportar la tristeza.
Foto: Campana y cruz en Valdemoro
miércoles, 27 de junio de 2007
Valdemoro
Hicimos de todo, nos subimos a un campanario, espiamos a unos pintores noveles, retratamos a niños y a mayores.
Ahora solo hace falta ver el resultado.
En la foto Ale en una foto turística.
martes, 26 de junio de 2007
Las cosas que ofrecen las mañanas
lunes, 25 de junio de 2007
trabajo
martes, 19 de junio de 2007
la gente jode mucho
Hay un hombre sentado cada día en el suelo junto a la salida principal de la casa del libro de Gran Vía. A su lado un cartel: Te Vendo mi poesía por la voluntad.
La gente pasea cerca de él y no le hace caso y él escribe y cuando termina de escribir grita. Supongo que grita porque ha bebido o porque es como si hubiera bebido. Porque está como borracho de sí mismo, bebiendo a bocanadas el aire sucio de la calle, la luz de alguna idea que ha tenido.
"La gente jode mucho pero folla muy poco", grita a voz en cuello.
Yo paso por su lado. Me confundo como uno más. Hago como el que no le hace caso, como el que lo considera un loco. Pero en ese momento no pude evitar que se abriera paso entre mis recuerdos otro poeta callejero.
Dublín, año 2003.
En Grafton Street un hombre alto y flaco de barba incipiente y ojos apagados sostiene cuadernillos en la mano. Me recuerdan cuadernillos de caligrafía. Tienen colores mates, tristes. Me fijo en la portada: Poems. La marea de gente se lo traga y luego vuelve a resurgir varias veces. Es como si fuera un náufrago que se ata a un trozo de madera firme, conocedor de su destino y habiéndose prometido que no iba a dejar margen para el sufrimiento. Se me cae el alma a los pies.
Por entonces uno pretendía configurar el mundo, pintarlo con sus colores de rima y verso endecasílabo. No hace falta decir que mi intento fue un fracaso.
Foto: Escalera absurda o cresta, junto al Rin
lunes, 18 de junio de 2007
La escalera
no fue posible
Me dio un poco de rabia.
Ayer, de pie en un metro. Línea tres, camino de Callao.
A mi alrededor mucha gente vestida de blanco gritando campeones.
Junto a mí, cuatro francesas, Erasmus, haciendo fotos.
Yo, un poco triste y un poco mareado y teniendo esa sensación extraña que mezcla la alegría por ver a la gente feliz y la tristeza por saber que realmente nada de aquello merecía la pena.
Escena segunda.
Superficie. Gran vía. Ya es de noche y la gente se dirige con sus cláxones y sus banderas y su sonrisa de oreja a oreja a la plaza de Cibeles o lo más cerca que les sea posible.
Yo camino entre toda esa gente. Las Erasmus francesas han desaparecido. Bajaron en la parada de Plaza de España. Se perdieron para siempre en la maraña de la ciudad. En un soportal, una mendiga joven y pelirroja que mira a todo el mundo con desprecio. Un cartón arrugado que reza: "TENGO HAMBRE" Nada más. Llego a casa y Diana está en el salón.
- EL madrid ha ganado -le digo como saludo.
- No me digas - responde.
(Foto: los pies de Ana en un balcón de Lozoya)
viernes, 15 de junio de 2007
Bodo
jueves, 14 de junio de 2007
El agua y la mano
miércoles, 13 de junio de 2007
La sierra
lunes, 11 de junio de 2007
el viejo y el mar
El niño y Bush
Condoleeza Rice decidió hacer una visita a España, pero hubo gente a la que no le gustó la idea. Y mira que, una vez aquí, entre visita y visita, dijo cosas interesantes, entre ellas lo de que era mejor que Guantánamo no existiera, pero que como la gente que estaba ahí metida era muy peligrosa, casi mejor que se quedara allí toda la vida.
Pero a lo que íbamos. La gente a la que la idea de que viniera aquí Condi decidió ponerse de acuerdo para gritarlo por la calle. Así, se montó una pequeña manifestación (IU), con banderas republicanas y pancartas, y gente con el puño en alto en la puerta del sol. Los turistas no parecían entender nada de nada. Sobre todo los turistas yankies, que veían todo aquello como aquel que va a un circo a ver a los leones un poco de lejos.
Se podían sacar fotos interesantes, pero me quedé con esta.
Saliendo de la manifestación, subiendo por la calle montera, un niño que no sabía qué significaba aquel papel sujetado por un palo.
jueves, 7 de junio de 2007
Más de Münster
Münster
martes, 5 de junio de 2007
días
suelos
Fue entonces cuando tuve la reflexión. Los suelos de las ciudades nos cuentan su historia. Tuve la impresión de que el suelo que estaba contemplando en ese momento, bajo esa luz concreta, no podía estar en ningún otro sitio, solo en Köln. Igual que el suelo de la Gran Vía o el de la calle sierpes o el del paseo de Gracia o el de la calle Hinojosa de El Viso de los Pedroches (Córdoba).
Aquí lo dejo, pues, para uqe lo veais. Siete de la tarde.
lunes, 4 de junio de 2007
peleas digitales
viernes, 1 de junio de 2007
después de la lluvia
jueves, 31 de mayo de 2007
explanadas
miércoles, 30 de mayo de 2007
Colonia
martes, 29 de mayo de 2007
vamos a entendernos
jueves, 24 de mayo de 2007
perdido en la ciudad
miércoles, 23 de mayo de 2007
el país de las yetas
lunes, 21 de mayo de 2007
desde Köln con amor
jueves, 17 de mayo de 2007
bicis y tele
miércoles, 16 de mayo de 2007
vacaciones
domingo, 13 de mayo de 2007
Sevilla Madrid A4
Ahora me esperan seis horas de autobús otra vez.
Amable conductor, trátenos bien. Mañana tenemos que estar puntuales para ir al concierto de marea.
Me encomiendo a dios en todas sus formas posibles para que reine la paz en las carreteras este día denso de mayo.
Hoy no hay foto. El ordenador no deja
Sevilla Madrid A4
Ahora me esperan seis horas de autobús otra vez.
Amable conductor, trátenos bien. Mañana tenemos que estar puntuales para ir al concierto de marea.
Me encomiendo a dios en todas sus formas posibles para que reine la paz en las carreteras este día denso de mayo.
Hoy no hay foto. El ordenador no deja