
Hay un hombre sentado cada día en el suelo junto a la salida principal de la casa del libro de Gran Vía. A su lado un cartel: Te Vendo mi poesía por la voluntad.
La gente pasea cerca de él y no le hace caso y él escribe y cuando termina de escribir grita. Supongo que grita porque ha bebido o porque es como si hubiera bebido. Porque está como borracho de sí mismo, bebiendo a bocanadas el aire sucio de la calle, la luz de alguna idea que ha tenido.
"La gente jode mucho pero folla muy poco", grita a voz en cuello.
Yo paso por su lado. Me confundo como uno más. Hago como el que no le hace caso, como el que lo considera un loco. Pero en ese momento no pude evitar que se abriera paso entre mis recuerdos otro poeta callejero.
Dublín, año 2003.
En Grafton Street un hombre alto y flaco de barba incipiente y ojos apagados sostiene cuadernillos en la mano. Me recuerdan cuadernillos de caligrafía. Tienen colores mates, tristes. Me fijo en la portada: Poems. La marea de gente se lo traga y luego vuelve a resurgir varias veces. Es como si fuera un náufrago que se ata a un trozo de madera firme, conocedor de su destino y habiéndose prometido que no iba a dejar margen para el sufrimiento. Se me cae el alma a los pies.
Por entonces uno pretendía configurar el mundo, pintarlo con sus colores de rima y verso endecasílabo. No hace falta decir que mi intento fue un fracaso.
Foto: Escalera absurda o cresta, junto al Rin
1 comentario:
Sigo pensando en qué medida puede ser posible que uno/a configure su mundo. Tú, que ya me conoces, sabes de las diversas subidas y bajadas. Y lo cierto es que ahora, en plena subida, me pregunto por qué en otros momentos no resulta todo tan tremendamente sencillo.
No conozco demasiada gente en sevilla, aunque lleve aqui mil años. Pero con excepción de una semana en julio que pasaremos el gordi y yo en nuestros respectivos curros fuera de la capital -alguien vendrá a echarle un ojo a Tolstoy-, por aqui estaremos. Si tu amiga no encuentra donde dejar a su peque, podemos ver cómo se lleva con el mío... jijijiji.
Mil besos cielo.
Publicar un comentario