
Que conste que es la novela que más me interesa de Hemingway. Aún con todo la recuerdo algo incierta, algo racista, algo machista como todo lo que escribió en su vida. En Adiós a las armas hace constantes referencias a que la mujer sin el hombre no deja de ser un elemento ornamental de la sociedad mientras que el hombre sin una mujer puede vivir tranquilamente siendo un ser completo. De hecho cuando ella fracasa al final de la novela en el intento de darle un hijo al protagonista fracasa de forma absoluta en su razón de ser. Tener y no tener es otro intento y por quién doblan las campanas no hace sino repetir la fórmula en la que una chica que ha de avergonzarse por cómo es logra su máximo objetivo vital al liarse con un perfecto desconocido y abandonar todo cuando es y cuanto posee para unirse a él con devoción.
Este viejo lo encontré en las calles de Madrid, mientras la gente gritaba que se fuera la yanki. Tiene algo de tierno por las ilusiones perdidas, por las decepciones que le han cincelado la cara de arrugas, por los sueños sin realizar. Pero aún así estaba el tipo con su puño en alto posando para mí, para mi cámara huérfana de periódicos en los que verse reflejado al día siguiente.
1 comentario:
ay miniñooo! qué ha encontrao al mismo hemnigway!! y si no, es su sobrino, seguro.
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