martes, 24 de julio de 2007

La gente de mal corazón

No recuerdo el nombre del periódico, pero cayó en mis manos. Lo estuve ojeando, dándole vueltas a las secciones sin mucho interés, leyendo de corrido las columnas más cortas, fijándome en la calidad de las fotografías. Entonces me quedé clavado mirando las viñetas de un comic. El título era algo así como "para aquellos que se fijan en la vida", y relataba una noche de insomnio de un conejo y de su compañera de piso. No hacían nada de particular, uno navegaba por internet y la otra veía la tele. Al final de la historia volvían a la cama para descansar lo que quedaba de noche.
Supongo que muchas de las cosas que vivimos no son interesantes en sí mismas al contarlas, pero son humanas y eso es lo que las hace interesantes. Por eso tengo el impulso de contar algo de cómo ando, de cómo respiro, de cómo me da por fijarme en la forma que tienen las farolas de la plaza de Tirso de Molina, de cómo me fijo en los niños que sostienen torpemente objetos de colores que no consiguen comprender.
Ayer me sucedió algo. Salíamos del supermercado. Íbamos cargados de bolsas y las bolsas estaban cargadas de comida. Era ya tarde. Serían las diez de la noche. Ya había anochecido. Entonces una muchacha nos intentó parar para que le diéramos dinero para comer.
- No -le dije. Fue casi automático, el 'no' de entrada, el mismo 'no' que ella misma estaría acostumbrada a recibir. Seguí andando. Estaba cansado. Tenía ganas de volver a casa.
Diana reaccionó.
- ¿Quieres comida?
- Sí. Lo que sea, por favor.
Le dimos horchata, pan y fruta. Yo quería darle de todo: los yogures, la leche, la pasta, los dulces. La muchacha casi se echó a llorar de agradecimiento.
A mí me entraron ganas de llorar también.
No podía sentirme mucho peor de lo que me sentía mientras subía la cuesta camino de casa.

Foto: Jeroglífico en Navaleno

1 comentario:

© Claudia, la chef dijo...

El periódico que mirabas sin tanta atención era El País y una de sus viñetas fijas. Pero no importa, basta con que te fijes más en los detalles cotidianos como este que narras aqui.