miércoles, 28 de marzo de 2007

a contraluz



Es difícil caminar a contraluz.

A contraluz duelen los ojos.

A contraluz uno siente el calor del sol en la cara

igual que cuando uno ve el mar por vez primera y piensa

que es tercamente imposible, una ilusión, nada más que un engaño.

Una niña en el metro le hablaba de sus amigas del colegio a una desconocida vestida con traje de chaqueta. Llegó la parada de la niña y, al despedirse, se presentó.

- Me llamo Julia. Para cuando nos volvamos a ver. Así me llamas por mi nombre.

La mujer se rió. Le dijo adiós y olvidó su nombre al momento.

En Lavapiés un tipo me pidió la otra noche, "con toda la sinceridad del mundo", unos céntimos para vino. Duerme en la calle. Lo veo a veces por la mañana, tapado con unas mantas en mitad de la plaza. Le di un euro y me largué de allí.

Es extraño este mundo, pensé. Yo estaba preocupado por el nuevo piso que iba a alquilar, por la mudanza, por el trabajo, por el dinero que no llega. Mientras, el hombre volvía con sus compañeros de plaza y de noche, feliz con mi euro, su euro, en el bolsillo.

domingo, 25 de marzo de 2007

temas


Estoy pensando que temas para un blog hay para aburrir.
He visto blogs dedicados a novelas, a películas, a fotógrafos postmodernos, a artistas olvidados del pop o a estrellas en activo de cualquier deporte. Una vez vi uno que estaba dedicado a "cadáveres molones". Me encantó. Eran fotos de tumbas (junto a un retrato para que se les pudiera reconocer) de gente famosa que un día cayó en el olvido. Estaba, por ejemplo, el inspector jefe de Canción triste de Hill Street, el percusionista griego de cualquier banda de punk de los 70, el actor que salía al lado de Saza en una escena descartada de Nacional III... Venía a ser como si dentro de treinta o cuarenta años hacemos un memorial de Ramontxu "soy de Bilbao y llevo capa en fin de año" García. Algo así.
Yo, de momento, me conformo con este blog sobre mí mismo, que si bien es un tema menos interesante para la mayoría de los mortales (Hola, mortales), es el que más o menos domino mejor.
La foto, de Madrid, en IFEMA. Una cafetería cerrada. Una camarera poniéndolo todo en orden. La claridad al fondo

viernes, 23 de marzo de 2007

cables



Vic otra vez (será la última).
Tengo que darle más usos a la cámara.
Un panorama de cables y antenas de televisión en edificios de los años veinte.
Supongo que habrá muchas cosas más desoladoras que esta y que incluso hasta tendrán su gracia en ciudades que sueñen con el mar o que tengan vocación de pueblo pequeño, como Lisboa, por ejemplo, o Castellón o Jerez, o algunos barrios de Madrid, incluso.
Se acerca como un ciclón el fin de semana y es temprano y sueño
con almohadas y luz tibia, de sol de quince años,
colándose por la ventana para despertarme.
Domingo.
Domingo y tranquilidad como un estanque
en un parque con niños que se duermen
acunados de viento.
Con ganas de bajar a Sevilla de nuevo, vamos, y de olvidar a mi jefe y mi curro, y mi futura mudanza, y mi mudanza en el curro y a todo en general.
Solo me apetece coger un libro y dejar que pasen las horas en la terraza de una cafetería. No es mucho pedir, ¿no?

miércoles, 21 de marzo de 2007

como un puño


- Su cabeza es casi tan grande como mi puño - me dijo.
- Venga ya. No exageres - contesté.
- Te aseguro de que no estoy bromeando.
Luego cambiamos de tema y seguimos hablando durante unos minutos, pero ya sin mencionar a Sandra, la niña que acababan de acoger mis padres en casa.
Cuando colgué el teléfono ella y yo nos quedamos un poco solos, a quinientos kilómetros de distancia el uno del otro. Yo quise imaginar cómo sería la cabeza de Sandra, pero no era capaz.

martes, 20 de marzo de 2007

una plaza



Tres casas juntitas, borrachas, adormecidas viendo cómo pasa el tiempo en un día de resaca que no se acaba nunca.

Ahora me da por pensar que puede que sí, que me esté pasando ya un poco con el tema de las fotos de Vic, que tendría que salir a hacer fotos donde vivo, a la gente con la que vivo, con los que me rozo, con los que andan cerca de mi casa y mis cosas, con esa gente de todos los colores que habita el barrio tremendo de Lavapiés.

Puede que sea cierto, pero aún me queda un poco por decir de Vic. Estos edificios están en la plaza mayor de Vic, mirando de reojo el reloj del ayuntamiento, aburridas de turistas y mercadillos.

Mañana, armado con un pen drive, seleccionaré algo diferente, pero mañana será otro día.

Hoy alemán. Luego puede que cine. Ya veremos.

Me entran ganas de que sea de noche ya, de que sea sábado, de estar en otra parte, lejos y tranquilo.

lunes, 19 de marzo de 2007

volando voy


Maite me dijo un día que ella hacía el mismo tipo de fotografía que yo.

- Parecemos tontos - me comentó - siempre buscando puertas de colores y sillas caídas, y niños jugando y todo eso.

La verdad me dio al principio un poco de rabia. Me gusta la diferencia, sobre todo cuando soy yo el que la marca, pero más tarde pensé que lo importante no era ser diferente a los demás, sino simplemente ver las cosas que están delante de ti. Puede que sea demasiado tímido para hacer otras fotos, pero sigo levantando del suelo cosas enterradas, como estas zapatillas, es igual que la sensación que tengo cuando miro el cielo y veo una nube y pienso ¿cuánta gente estará mirando ahora mismo esta nube? ¿Pensarán o mismo que yo?

Cuando me puse a buscar imágenes por Vic me quedé colgado de esta, estas zapatillas levitantes de colores que, bien mirado, plantean una barbaridad de preguntas.

a. Quién las ha colgado y por qué.

b. ¿Son unaz zapatillas recién robadas al niño tonto de la clase?

c. El hecho de que alguien las haya querido conservar de este modo ¿implica tal vez un tipo de altar para unas zapatillas viejas?

d. ¿Se requiere mucha técnica para colgar de un cable de la luz una zapatilla?

e. ¿Qué sentirá ese cable de la luz que estaba como el tomate tranquilo en su mata hasta que llegó un imbécil y le colgó unas zapatillas (/Tenis, versión galega, lebrijana).

f. Ya esta bien de absurdeces. Son las nueve de la mañana.

martes, 13 de marzo de 2007

Un peine para el cielo


A algunas casas les da por peinar el cielo.
La fotografía es de Vic, del último viaje que hice con el trabajo.
Vic ofrece otras cosas, muchas, pero esta me viene muy bien para ilustrar lo que quiero decir.
Tengo ya una casa nueva.
O mejor dicho la tenemos. Diana y yo nos vamos a vivir a un sitio nuevo en Madrid.
Aunque tal vez tendría que empezar explicando que Diana viene a vivir a Madrid y luego continuar con su búsqueda de trabajo, los cambios que se le avecinan, los que se me avencinan a mí y después empezar a hablar de la casa propiamente dicha. Pero mi desorden mental puede con esas estructuras naturales de toda historia.
Tengo, tenemos nueva casa. Teneis un lugar en el que mis amigos se pueden quedar en MAdrid.
Dentro de poco hasta recibiré mis cartas allí.
No lo olvidéis, Caballero de Gracia 22, el lugar en que (de verdad) empiezan los sueños.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Atardece


Atardece

y no grito.
Es mejor dejar que el silencio vaya invadiéndome la piel, me digo, como si fuera agua o mercurio.

Mi cuerpo invadido, rodeado, abrazado por un mercurio imposible.

Si no fuera por las páginas en blanco que voy llenando metódicamente, gritaría.

En el mundo de los vivos, mientras tanto, pasan otras cosas.

En el mundo de los vivos, por ejemplo, la gente busca un piso donde mudarse, busca una habitación, una cama, una sábana limpia.

En el mundo de los vivos pasa un autobús súbitamente por una calle llena de coches y me acuerdo de Dani y me acuerdo de Benito y de Mar, y de Víctor y de Pau.

Es un sitio interesante este mundo, pienso.

El autobús se marcha y me deja con los míos.

viernes, 2 de marzo de 2007

Cambio de ánimos


O de aires o de como quiera decirse.
La foto me la hizo Daniel Estrada. Asistía aburrido a una charla acerca de la trufa, de lo buena que era y de con qué se tenía o no se tenía que cocinar.

Después de que llegara la lluvia, una lluvia desconsoladora, una de esas lluvias que cala toda la ropa y te deja más desnudo que si fueras desnudo por la calle debajo de la lluvia, parece que ha escampado.

O mejor, he hecho que escampara.

No sirve de nada preocuparse de las cosas que aún no han pasado y que dependen de los demás. Lo que uno tiene que hacer es seguir adelante, hacer lo que cree mejor para uno mismo y para los que tiene cerquita. Luego, sonreír mucho.

Así que me tengo que tomar las cosas como son, sin darles demasiada importancia si no la tienen de verdad.

Cosas importantes que me están pasando ahora mismo: Diana se viene a vivir a Madrid. Eso implica muchas cosas: me cambio de piso, voy a dormir de nuevo acompañado, voy a tener otro ritmo de vida... no sé. Todo para bien, todo para mejor. Me entran ganas de buscar un trabajo de verdad y dejar esta beca del demonio y este zulo en el que moro. Pero cada cosa a su tiempo.

Otra de las cosas que me pasan es que tengo cada vez un poco más de gasolina en el depósito. Si sigo así, escribiré algo que merezca la pena.