
Entre todos los parques que hay en Münster, hay uno que está alejado del centro. El parque tiene un lago y el lago tiene una leyenda.
No se trata de nada parecido a princesas convertidas en cisnes ni a príncipes que son ranas. Aunque, como en todas las leyendas, la libre interpretación está presente.
Sucede que en el lago del parque vive una cisne y varios patos. Hay, además, una especie de escultura flotante (patín) con forma de cisne y de color negro.
Según dice la gente del lugar, el cisne está enamorado del patín hasta tal punto que evita, temible, que nadie se acerque a él, ni siquiera los patos, ni los visitantes, ni otros cisnes que han vivido ocasionalmente en esa zona.
Un invierno, cuando el lago se heló, cogieron al cisne y se lo llevaron al zoo de la ciudad, pero el cisne estaba triste. Solo cuando le llevaron a su nueva casa el patín negro con forma de cisne pareció revivir.
Ahora, la mayoría de los turistas que van a Münster visitan el lago para ver a esta extraña pareja. A los niños le cuentan historias de príncipes y de princesas y de cisnes que lloran en invierno. Pero esas historias, como la mayoría que le cuentan a los niños, no son más que una ilusión de los adultos . Es lo que ellos desearían que fuera, y no la realidad.
En la foto el parque con el lago al fondo. La historia me la contaron después. Dos turistas parecen estar mirando al cisne.
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