
Entre tanta velocidad y tanto nerviosismo hay cosas que se me olvidan. Pero ya se sabe, una búsqueda de trabajo es algo complicado y que absorbe mucha energía. Sobre todo cuando a uno no lo llaman para llevar a cabo un empleo digno con el que se pueda vivir.
Se meolvida sentir y decir lo que siento.
Se me olvida.
La gente que gira a mi alrededor como si fueran satélites de pura vida.
Se me olvidan mis padres, sus problemas y el cuarto de baño nuevo que van a hacer en casa.
Se me olvida su sufrimiento.
Sandrita se me olvida, que ya tiene padres y por tanto pierde a mis padres como padres (de acogida).
Se me olvida que la gente alrededor tiene sentimientos también. Y que a veces me los cuenta y yo los oigo solo a medias porque estoy metido hasta las trancas en mi túnel de parado sin remedio.
Y al final se me queda un nudo en la garganta y un torrente de reproches atascado en el cerebro por no hacer caso a todo lo que pasa cerca de mí.
A todos les debo una disculpa.