Diana me dio la idea de la foto. A mí no me entusiasmaba, pero a ella se la veía feliz con la idea. Llevábamos en Túnez apenas cuatro horas. Tiempo para regatear el precio de un taxi que nos trajera a la ciudad desde el aeropuerto. Tiempo para descubrir que un hotel de cuatro estrellas en Túnez no tiene por qué ser un hotel de cuatro estrellas de verdad. Tiempo para un kebap. Tiempo para conocer, aunque fuera solo un poco, la hospitalidad árabe. Tiempo para sentir en la piel un calor no del todo pegajoso y en la cara el viento cercano del mediterráneo.Hay un olor a tabaco y sudor en el aire. La gente aprovecha cualquier jardín para tumbarse y charlar. Para tomarle el pulso a la noche tranquila. Es agosto.
Es ya casi la una de la mañana y Diana tiene la idea de que le haga una foto al panel. A ella le hace más ilusión que a mí. Por su ilusión disparo. Por su ilusión tenemos ya la primera foto del album, la bienvenida a Túnez en letras rojo sangre, en perfecto francés.
4 comentarios:
Ves? Gracias al "bicho raro" que encontró ella, ya estrenais el album de fotos tunecino. Nosotros también.
Ahí vamos caballerete!
Ya veo que por aquí has encontrado a mi Chef favorita!!
Saludos a ambos!
¿cómo de chef es la chef favorita de Victor? Un abrazo muy fuerte a los dos. Gracias por el saludo.
Me quiebran los hoteles. Dormiría en el jardín. Túnez es una espina clavada en mi agenda...allá tengo que ir y envolverme en su arena...Es una primera foto de viaje muy indicada para dar comienzo a un álbum. Diana tenía razón.
Un beso¡¡
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